Es una de las salsas más populares para acompañar una buena pasta. Gusta a mayores y a pequeños y es una forma sencilla de preparar un rico y nutritivo plato en poco tiempo. Pero, ¿tienes idea de dónde viene la pasta a la carbonara? Te contamos las diversas teorías que existen sobre el origen de esta delicia. Y si leyendo esto te entra hambre, toma nota de la receta para prepararla en casa. ¡Es muy fácil!

Las dos teorías del origen de la pasta a la carbonara

1. La teoría del carbón

El origen de la pasta carbonara es ambiguo, ya que existen diferentes hipótesis. La más popular sitúa la invención de esta receta en Los Apeninos, una zona de gran actividad minera (de ahí su nombre, un término relacionado con el carbón). Por ello, además, uno de sus principales ingredientes es la pimienta negra (hay quienes están convencidos de que esto es una especie de homenaje de esta receta hacia el carbón).

2. La teoría bélica

Pero existe otra teoría que afirma que la primera vez que se usó esta salsa en un plato de pasta fue en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. Según esta versión, la salsa carbonara era el alimento de los soldados aliados británicos y norteamericanos, que estaban hartos de comer bacon y huevos fritos y pidieron “un plato nuevo”, aunque llevase esos mismos ingredientes.

Los ingredientes de la pasta carbonara

Los ingredientes básicos para cocinar una auténtica pasta carbonara son una buena pasta, huevos, guanciale (una especie de carrillada de cerdo curada), sal y pimienta negra recién molida. Aunque es cierto que encontrar guanciale en nuestros supermercados no es tarea fácil, así que aquí podremos sustituir este ingrediente por panceta de cerdo curada.

¿Qué pasta elegir para la salsa carbonara?

Aunque esta salsa funciona a la perfección con prácticamente cualquier tipo de pasta, lo más frecuente es acompañarla de unos spaguettis tradicionales (como nuestros spaguetti nº3). Otras de nuestras sugerencias para disfrutar de un rico plato de pasta a la carbonara son el tallarín o el macarrón rallado (o cualquier otra de nuestras pastas clásicas).

Preparación de la receta

El primer paso es cocinar el guanciale (o la panceta) en una sartén, sin usar ninguna grasa adicional, ya que será la propia carne la que suelte todo el jugo necesario para dar ese sabor tan característico a este plato. A continuación, añadiremos la pasta ya cocida siguiendo las instrucciones del envase, los huevos batidos y, a fuego lento, iremos incorporando poco a poco algunas cucharadas del agua con la que previamente hemos cocido la pasta, removiendo lentamente para que la salsa no llegue a cuajar. Para finalizar, añadiremos pimienta negra recién molida al gusto y, si lo deseas, un poco de queso rallado. ¡Y a disfrutar de tu exquisita pasta a la carbonara!

Si no tienes tiempo, o simplemente, no te apetece cocinar, no tienes que renunciar a esta exquisitez. Prueba nuestra salsa carbonara y disfrútala con tu pasta favorita. Hierve la pasta, calienta la salsa, y listo. ¡Buen provecho!

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